entre la realidad y la fantasía
me encontré largamente suspendida.
Allí se alzaba luchadora
mi desplazada cordura.
Prefería vivir en mis sueños.
En ellos me surtía !
para así soportar el peso
de mi insufrible agonía.
Me abastecían del sustento
que alimentaba mis días.
Daba rienda suelta
a mis inagotables ansias
de recuperar mi alegría.
No quería despertar
a mi nueva existencia,
no quería enfrentar
el inmenso dolor que suponía.
Transformé a la somnolencia
en mi mejor aliada.
Casi logro traspasar la frontera
de convertir la evidencia
en una burda quimera.
A mi ensoñación en mi única consejera
Pero, ahí estaba mi cordura ¡ guerrera !
que no dio tregua a la insistente trizteza.
Con la fuerza interior,
con la ayuda de Dios,
con el agasajo de mis parientes,
con el apoyo de mis amistades
todos, también dolientes.
Con paciencia y
amor incondicional,
logré salir del profundo abisal.
Abatió la cordura
a la necia locura.
AUTORA: Juani Falcón
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