MUCHAS tardes
cuando llega el
atardecer y la
playa se vacía
me gusta estar un
rato contemplando
las olas del mar
Me tranquiliza mucho
el sonido de las olas
cuando llegan a la
orilla
Y sentir el placer
que origina que
este acaricie con
suavidad parte de
tu piel
Y luego me tiendo
sobre el arena y
dejo que el alma
sueñe despierta
Y darte cuenta que
de nuevo nace el
mundo para tí
¡Alma tú que estabas
muerta qué fácil resulta
hacerte revivir ¡
Mercedes Pastor
11 noviembre 2011
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