"La grulla y la tortuga"
Pastel
50 x 65 cm
Alumna: M. Carmen Santana.
"Strelitzias"
Óleo.
50 x 70 cm.
Alumno: Ángel Uribe.
La seducción de Amelia.
Cuando el papá de Amelia le comunicó que se mudaban a Sudáfrica pataleo, lloró, gritó como una posesa; no quería irse e ese país, desconocido, para ella; lejos de sus amigos, su colegio, su amiga Candela, de todo lo que le importaba en definitiva. Hace un año que su madre les dejó y su padre le venía con esas.
- No, no y más no. Papá no puedes hacerme esto, qué voy a hacer allí.
-Amelia, hija, ya verás que no va a ser tan malo como crees. Harás nuevas amistades y conocerás lugares y cultura que te llenarán de sabiduría. Te servirá para la carrera que quieres hacer de antropología. No se hable más y prepara las maletas-.
Amelia tiene venticinco años y lo recuerda como si fuera ayer mientras pasea por el campo, sembrado de Esterlitzias; acompañada por Kwave, la grulla que encontraron perdida y mal herida cerca de su casa. Había llegado allí un sábado a finales de octubre, muy al sur de su ruta habitual de migración y Zareb; su inseparable tortuga que le había adoptado desde que llegó.
Han pasado diez años.
Es el cumpleaños de su padre y se siente orgullosa de él. Es uno de los exportadores de esterlizias más importantes de Sudáfrica.
Gracias a su insistencia, tenacidad y amor por ella ha terminado la carrera, siendo la primera de su promoción. La segunda es su amiga Musoke. Han estado juntas desde que Amelia pisó suelo africano y se dejó seducir por la bondad y paciencia conque Lindiwe le contaba historias de la tribu de sus antepasados. No sabe qué edad tiene Lindiwe pero es tan viejo y resistente como la tierra en la que nació. Amelia se ha enamorado de aquello que, un día, le pareció el fin de su mundo.
Olivia Falcón
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