jueves, 17 de diciembre de 2020

Amada y la mujer cremallera




Para el Club de los retos de Dácil:

1- “Mujer cremallera”. Violencia de género. Obra de Augusto Vives.

2- Un puzle a medio hacer del fútbol Club Barcelona, una mascarilla, dos zanahorias y un gatito verde.

3- Y de repente se cerraron todas las puertas y ventanas…



Amada ha conseguido colarse en la Exposición de Augusto Vives. No pasa desapercibida, aunque lo intenta. Sus grandes ojos de color marrón oscuro atraen la atención. En ellos lleva todo el peso.

Va directa a una lámina, colgada en la pared sur de la sala, tan sólo iluminada por la tenue luz de un pequeño foco. Representa el cuerpo abierto de una mujer, unido por una cremallera que va desde los pies a la cabeza. La obra se llama “Mujer cremallera” y según ha leído, en el folleto, habla sobre la violencia de género.

Se queda absorta ante ella. Es la viva imagen de su, hasta ahora, patética vida.


Acaba  de dejar su domicilio. No su hogar, nunca lo fue. Allí le dejó con su puzle a medio hacer del Fútbol Club Barcelona. Con los restos de dos zanahorias- sobrantes del potaje que le había hecho para cenar- sobre el poyo de la cocina y sus malditos periódicos deportivos.

Salió de la casa como cualquier día de este último año. Con su mascarilla puesta. El virus SARS -Cov- 2 anda suelto y no tiene ninguna intención de jugársela. En el bolsillo del abrigo lleva el gatito verde, su amuleto de la suerte. Confiaba en sus legendarias siete vidas. Ella ya había agotado cinco en las que, de repente, se cerraron puertas y ventanas.

Le quedaban dos. Una, tenía claro que haría todo lo posible para que La COVID 19 no la pillara y la otra estaba, por fin, en sus manos. Hacer honor a su nombre. Empezar a amarse ella misma.


Olivia Falcón

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