miércoles, 11 de noviembre de 2020

Las crónicas de Gara III

Las crónicas de Gara III. ¡Hola, miau!, a todo el mundo. Soy “La pelúa”. Aprovecho que Olivia está ocupada en la cocina. Hace unos días que no anda, más bien levita y no es porque esté en trance. Bueno, a lo mejor, un poco sí. Mi mamá humana lleva casi treinta años hablando de una amiga de la infancia. Yo pensaba que era imaginaria. Claro, normal, sólo llevo tres años y pico en casa y me he ahorrado escuchar esa cantaleta los veinte y tantos anteriores. Pero, ¡voilá!, hace unos días que recibió una llamada telefónica. La despertó a primera hora de la mañana un número rarísimo. Tuvo que ser La providencia, la causalidad, o qué sé yo; sólo soy una gata que entre sueño y sueño, el cambio de pienso y mis estiramientos, observo indolentemente el trasiego del resto. ¡Miau!. Prosigo, que se me va “el baifo”. La cuestión es que mamá descolgó el teléfono. Al otro lado de la línea la voz de una mujer hablando, perfectamente, el español con ligero “deje” extranjero. - Hola, buenos días. Es la casa de…, (da el nombre de mi tía). - Buenos días, sí. ¿De parte de quién? - Pregunto por Juana Olivia. Soy Eva. Mamá salta de la cama, como un resorte y se formó poco menos que el Diluvio Universal. Su amiga, sí, esa que yo creía imaginaria, la había localizado. Estuvieron tres horas dándole a la “sin hueso”, entre moco va y moco viene. Ella dice que es una de las sorpresas más hermosas que ha recibido. Su amiga de la niñez está viva y dentro de lo que cabe, bien. Se han puesto más o menos al día. Está tan contenta que no le importan las razones del por qué, su amiga, desapareció de repente. La vida pasa, el tiempo pasa, las personas cambian, tienen sus mochilas y cada una tiene una historia que contar. Aquél cariño que se procesan desde que ambas tenían unos siete u ocho años sigue intacto. Han quedado en seguir en contacto. Olivia Falcón Derechos Reservados®

1 comentario:

  1. Está bien, me gusta hablar de uno como si fueras otra persona, te atreves a decirle lo que sientes sin cortarte. Muy bonito y original

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