Hablando con Hemingway sobre Poesía.

Cómo decirte qué es 
sin recordar a Bécquer

y a tantos Obnuvilados 

por ella.
Si no
aquí están:

Olga.
Arabesco de palabras
con bucles pintados
de ternura. 

Ana.
Estampas
en las que
nos gustaría estar. 

Teresa.
Tras su sabiduría de meigas, pócimas y retranca. 

Yubi.
Refresca la dureza
del bello vivir de su gente. 

Isabel.
Lo mismo narra,
que en metáfora hace resurgir
al Corredera,
o al Valbanera. 

Loli.
Avanza lenta. Sin pausa
arrolla
palabra a palabra. 

Pino.
Borda y desborda
aquello
que dice no saber-sabiendo. 

Miguel Ángel.
Le aulla
a un durazno, al tiempo que denuncia
la barbarie. 

Beatriz.
Lirismo en acuarela,
en el largo lagarto verde. 

Elvira.
Recrea versos
cual cuadro en la pared. 

Belén.
Breves versos cortando
la respiración. 

Rubén.
Con su acento declama
a la mujer,
que todos llevamos. 

Juan.
El origen
constituido en fuerza. 

Helio.
Embellece
la contrariedad. 

Máximo.
Dio pasaporte
a su sicario. 

Desirée.
Se me fue
al país del brexit. 

María José.
Sigue hablando
el idioma
en el que vive. 

Bachir.
Nos traslada
al desierto
Y
del Siroco
me confecciona
un turbante.
En su jaima
deleita
el ritual del té.

Olivia Falcón.
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