jueves, 10 de octubre de 2013

RELATO


Ayer día 14 de febrero fue un día especial para mí, como para millones de personas. En este caso, independientemente del tema comercial, consumo de flores, ositos de peluche, joyas y otros presentes. Está el valor emocional que aglutina y exalta la sensación del resto de los 364 días que componen el año.
 Ayer, como cualquier jueves salí a tomar un café con mi amiga, a la cual conozco desde hace casi treinta años. Ya no recuerdo la de veces que hemos llorado y reído juntas e incluso los silencios que hemos compartido. Nos fuimos a 7 Palmas y como casi siempre, no pudimos resistir el impulso de acercarnos a la sección de los libros en el Corte inglés. Cada una empezó a mirar por su lado, (como suele ocurrir en estos casos), enfrascadas en los títulos y reseñas de algunos que cogíamos en la mano para luego devolverlos a su sitio, con un suspiro.
De repente ella se acercó a la estantería, donde me encontraba yo, con un libro en la mano.
- Me preguntó si yo había oído hablar del “Alquimista” de Paulo Coelho.
- Le respondí que no, por lo que me comentó de que se trataba, devolviendo el libro a su lugar.
Hace un tiempo me pidió que le pasara la película titulada Maktub. Una película de la que había escuchado algo, (que era canaria). Así que cuando la conseguí, la metí en un pendrive  y se la dejé.
Ella volvió a preguntarme:
-¿Has visto la película?.
 -Volví a responderle con una negación.
Entonces me facilita una serie de datos recomendándome que la vea.
Seguimos hablando, ya de otras cosas, dimos unas vueltas más y ponemos rumbo a nuestras casas.
Total que cuando llegué, después de hacer todas esas cosas que se hacen antes de meternos en la cama., Me acurruqué calentita bajo las mantas y me dispuse a ver la película.
Me pasó de todo visionándola, (lloré, reí), pero sobre todo mi cabeza no dejaba de dar vueltas, pensando: “no existen las casualidades, existen las causalidades”.
Comprendí  a qué venían las dos preguntas aparentemente inocentes y normales de mi amiga.
No sólo celebré el 14 de febrero de forma muy particular con mi ausente y tan presente amor, sino también con el acto de amor de mi amiga.
Muchas personas no pueden celebrarlo con la persona o personas amadas al lado. Así que se convierte en una fiesta más que de pareja en una muy, muy íntima. Sobre todo porque la palabra amor es mucho más amplia.
 
Texto: J. Olivia Falcón
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